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Población, 255 habitantes permanentes. |
La actual capital de Tilos es una pequeña y somnolienta localidad, situada en la falda del monte Agios Stéfanos, que mira hacia el este. Hasta el s. XVIII los habitantes vivían dentro de las murallas del castillo, pero en esa época las viviendas se trasladaron hasta su actual emplazamiento. Desde 1827 se añadieron algunos edificios de arquitectura tradicional, como el ayuntamiento o la escuela. |
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La vida en Megalo Horió transcurre de espaldas al turismo. Sus habitantes mantienen las tradiciones muy presentes, sin prestar mucho interés a lo que viene de fuera. La plaza del pueblo es un verdadero vergel: está rodeada por árboles y flores, sombra que se agradece ya que puede hacer mucho calor. |
En realidad, no es más que un ensanchamiento de la carretera, donde se halla el ayuntamiento; detrás de éste se encuentra la iglesia de Taxiarches (arcángel Miguel) y más arriba, en la zona más alta del pueblo, la de la Panagía Theotokisa, con su colorido campanario. |
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QUÉ VER
EL CASTILLO
De los 7 castillos medievales que hay en la isla, este es el mejor, a pesar de que está en ruinas. En su ubicación y alrededores se encontraba la antigua acrópolis de Tilos, la vieja capital de la isla de tiempos precristianos (s. V-IV a. C.). Tenía un templo dedicado a Apolo Pithio y a Atenea Polías, situado donde ahora se halla la iglesia Taxiarches, en restauración. |
En época bizantina se levantó un asentamiento en las faldas de la montaña, donde hoy pueden verse multitud de edificios en ruinas, algunos de los cuales son pequeñas iglesias de los s. XIII-XV, con frescos muy deteriorados. En 1366 los Caballeros de Rodas reconstruyeron el castillo y levantaron la fortaleza que había de proteger la ciudad ante los ataques de turcos y piratas. Finalmente, con el traslado de la población colina abajo, fortaleza y casas cayeron en desuso.
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Cabe destacar las muchas iglesias en ruinas que hay en el camino de ascenso. Merece la pena pararse unos minutos y observar las distintas pinturas que cubren paredes y ábsides, que con el tiempo se perderán irremediablemente. En lo más alto, en el interior del castillo, esta lo que queda de la iglesia de Taxiarches (del arcángel Miguel), cuyos dañados frescos del s. XVI, merecen atención.
El camino de ascenso, partiendo del norte del pueblo, es largo (aproximadamente de 1 h), con subidas pronunciadas y sin ningún tipo de sombra, solamente cabe refugiarse en alguna iglesia en ruinas para escapar momentáneamente del sol, y a veces es lo suficientemente estrecho como para prestar mucha atención al paso, pero merece la pena. Aunque apenas quedan restos del muro exterior, la entrada adintelada, escaleras y la iglesia de Taxiarches con sus frescos, las vistas desde lo alto no defraudarán a nadie: la bahía de Agios Antonis al este y la fértil llanura de Eristos al sur. Llevar calzado cómodo, sombrero y agua |
IGLESIA DE TAXIARCHES
Construida al otro lado del muro defensivo, esta iglesia sustituye a la del mismo nombre situada en lo alto del castillo y como tal alberga el icono plateado, del s. XVIII, muy reverenciado, que contenía aquélla. También posee un iconostasio de madera tallada y un púlpito del mismo siglo. Está detrás del ayuntamiento.
MUSEO DE LA CUEVA DE HARKADIO
Abierto en 1994, se encuentra al lado del ayuntamiento. Contiene algunos huesos de elefantes enanos hallados en la cueva, así como algunas imágenes explicativas. Es pequeño pero didáctico. Abre por las mañanas y es gratuito. Hay un plan para trasladarlo a un edificio construido al lado de la misma cueva. Si se encuentra cerrado, se puede solicitar que lo abran en el propio ayuntamiento.
CASA TALLER DE ANGELIKI STRINGOU
Si se viaja a Tilos en verano, es posible visitar la casa taller de la artista chipriota Angeliki Stringou, que habitualmente vive en Atenas pero pasa el verano en Tilos. Enamorada de la luz y la belleza natural de la isla, como lo reflejan sus obras, tiene un amplio muestrario de óleos, acuarelas, carboncillos así como carteles de diversos certámenes. Agradece la visita de todo el mundo, preferiblemente concertada (69375 27723). Su casa está bien indicada, al lado de la iglesia de la Panagía, en lo alto del pueblo. |
ALREDEDORES DE MEGALO HORIÓ
CUEVA DE HARKADIÓ Y CASTILLO DE MISARIÁ
A medio camino entre Livadi y Megalo Horió (a 3,5 km de ambas) se encuentra la cueva de Harkadió (Jarkadió), a los pies de una colina. Los restos del castillo de Misariá, que datan de 1366, están en la cima, al igual que la vieja ciudadela del s. XIII-XVI, donde todavía son visibles algunas iglesias en ruinas de la época.
La cueva de Harkadió, sólo abierta para los investigadores, representa el último lugar de Europa donde hubo elefantes. Fue en 1971 cuando el profesor N. Symeonidis y sus colaboradores hallaron, además de herramientas del neolítico, más de 15.000 huesos fósiles de elefantes enanos. Todavía hoy se sigue excavando y sacando a la luz nuevos descubrimientos que arrojen más luz a su interpretación. |

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Cerca de la entrada está la ubicación del nuevo museo de los elefantes. En el momento de redactar esta guía todavía se halla en la plaza de Megalo Horió. También al lado hay un pequeño anfiteatro donde se suelen dar conciertos en época estival. La vista merece la pena.
Para llegar, tomar el desvío 1 km antes de Megalo Horió, a la izquierda, si se viene desde el Livadi. |
AGIOS ANDONIS
Situado al oeste de Megalo Horió, este diminuto puerto apenas cuenta con una docena de edificios en torno a una amplia bahía orientada al norte y la capilla del mismo nombre. A pesar de su tamaño, éste fue el puerto principal de la isla hasta que se construyó el de Livadi. Un par de tabernas, algunas habitaciones y una estrecha franja de arena oscura y piedras es lo que ofrece. |

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Los días de mar tranquila es posible contemplar en el lecho marino algunos esqueletos humanos fosilizados que se cree que pertenecieron a los sorprendidos por la erupción del volcán de Nísiros, en torno al s. V a. C. Este lugar es el que atrajo la atención de los investigadores en 1971, los cuales acabarían descubriendo los huesos de elefantes enanos en la cueva de Harkadió. |
MONASTERIO DE AGIOS PANDELEÍMON
A la sombra del coloso Profiti Ilías, el monte más alto de la isla (651 m) en la ladera que mira hacia el oeste, se halla el monasterio bizantino de Agios Panteleímon, el patrón de Tilos. Es un pequeño complejo compuesto de patios, celdas, almacenes, la Iglesia y una torre, todo amurallado. |
Su construcción data de 1470-80 según muestra un fresco descubierto en 1986 donde se representa al monje Jonás, su fundador, con el monasterio en su mano. Se cree que para ello se utilizarían materiales de algún templo antiguo, quizás el de Poseidón, que, mencionado por Estrabón, pudo estar por aquí cerca. En 1703 fue restaurado. En 1714 se le añade el iconostasio de madera y en 1776 se pintan los frescos de la cúpula y el altar.
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El gran ciprés da sombra centenaria, ya que fue plantado en 1800. El patio cubierto con guijarros es de 1824, año en el que se produce otra restauración. La época de mayor apogeo tiene lugar en los s. XVIII y XIX, cuando el monasterio es el centro económico y espiritual de la isla, llegando incluso a extender billetes bancarios. Un patio de entrada, rodeado de frescor y colorido, da pie al patio de la Iglesia, ésta flanqueada por celdas y otras habitaciones. Al fondo a la izquierda se alza la torre. Una fuente de agua fresca emana del muro, cerca de la entrada, y en el piso de abajo hay un merendero sombreado por árboles, un verdadero oasis de paz.
El monasterio lo cuida un pope que acude a abrirlo cuando hay visitas y es el encargado de su mantenimiento. No hay monjes que lo habiten.
El monasterio se halla a 8 km de Megalo Horió y a unos 16 km de Livadi. A partir de la playa de Plaka, a 2 km, la estrecha carretera comienza un fuerte ascenso con bastantes curvas al borde del precipicio. Hay que conducir con precaución. En la entrada hay suficiente espacio para aparcar. |


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