Tilos es otra de esas islas solitarias, una de las menos visitadas del Dodecaneso, desconocida por las masas turísticas, a pesar de estar en la frecuentada ruta entre Rodas y Kos. Esta pequeña isla, que sólo cuenta con 2 poblaciones, es ideal para el turismo familiar y viajeros individuales que buscan relax y contacto con la naturaleza. Tilos guarda curiosidades y sorpresas, como un yacimiento de huesos de elefantes enanos de hace 10.000 años, un pueblo fantasma, abandonado a mediados del s. XX, una naturaleza rocosa y árida pero también verde y fértil, en la que abundan la fauna y la flora, paisajes de postal, como los que se disfrutan desde lo alto de sus fortalezas, que también las hay, y un sinfín de calas solitarias que desafían al caminante por su complicado acceso