Halki (también escrito Khalki o Chalki y se lee Jalki) es una isla que merece ser visitada no sólo en la típica excursión de un día que sale de Rodas, ya que su autenticidad se descubre cuando los turistas temporales abandonan el lugar y apenas se quedan un puñado de visitantes. Ha sido declarada por la UNESCO la "isla de la paz y de la amistad", tratando de hacer de ella un centro de reunión de jóvenes.
Sólo hay un pueblo, Emboriós, pero la isla ofrece varios atractivos más. Por encima de todo, al ser poco turística, ofrece paz y tranquilidad; hay varias playas solitarias y rutas por el interior para llegar a sus perdidas iglesias y monasterios. La casi inexistencia de tráfico ayuda a todo ello.